Uruguay, diezmada pero con una moral de acero, se medirá el martes con una Holanda fortalecida por haber eliminado a Brasil,
en una semifinal para alquilar balcones a jugarse en el estadio Green
Point a las 13:30, por una plaza en la final de Sudáfrica 2010.
La orgullosa Celeste es
la última escuadra sudamericana con vida en el Mundial, dispuesta a dar
batalla con lo que históricamente se llama 'la garra charrúa' y un
astuto diseño táctico, que disimulará ausencias de peso como las del
artillero Luis Suárez, suspendido, y el zaguero Diego Lugano, lesionado.
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